
En la actualidad se está desarrollando una guerra comercial entre dos productos cinematográficos, nacidos de una literatura juvenil-contemporánea.
Este 2010 contará con el estreno de dos adaptaciones fílmicas de los libros Harry Potter y las reliquias de la muerte (J.K Rowling); y Luna nueva, de la bautizada: Saga de Crepúsculo (Stephanie Meyer). Ambas historias han cumplido con un objetivo importante. Vender entradas en las taquillas de los cines a nivel mundial. No solo entradas. Las franquicias de estas sagas literarias han logrado que los distintos mercados se beneficien al poder vender productos que lleven el rostro de los actores que caracterizan a estos héroes y anti-héroes del siglo XXI.
Pero qué es lo que estas dos sagas tiene que ha provocado que miles de jóvenes se peleen por consumir toda mercancía relacionada con su película favorita, a la vez de pelearse por demostrar cuál es mejor.
Comencemos diciendo algo que me costó entender, o que no quería entender. Ambas autoras, tanto Rowling como Meyer, son excelentes escritoras. Ambas lograron algo que muchos otros narradores, quienes también han podido llevar sus sagas de libros a la gran pantalla, no lograron. Hacer que la juventud (incluyendo los niños) lean. Alabadas sean las dos por lograrlo.
Sin embargo sus trabajos son evidentemente distintos e idénticos a la vez. Ambos son literatura de ficción fantástica. Pero sus temáticas son radicales.
Hay cuatro sagas, de las que yo he escuchado, que en la actualidad se encuentran en desarrollo. La del norteamericano Dan Brown (la llamada saga de El código Da Vinci); la del irlandés C.S. Lewis (Las crónicas de Narnia); la popular saga británica de Harry Potter y la de Crepúsculo (también norteamericana).
Harry Potter, adaptada al cine por primera vez en el año 2001, nos narra la historia de un niño mago que tiene la responsabilidad de matar al malvado Lord Voldemort, temible mago quien además de promover el caos en el mundo mágico, es el responsable del asesinato de los padres de Potter. Una historia que de manera fantástica nos presenta los dos rostros del ser humano en presencia del poder y liderazgo. Harry Potter el niño que según las profecías será el que ponga fin al mundo de las sombras creado por su alter-ego Lord Voldermort, quien no es más que el hombre insatisfecho del poder que posee y busca expandir sus dominios para llenar el vacío moral que existe como resultado de un pasado. Ambos nacieron sin poder (la falta de poder es representada al presentar a los dos personajes como huérfanos) y cada uno obtienen el poder de distintas maneras. A Harry (el niño elegido) le es otorgado ese poder por decisión de todos los magos que buscan la protección;Harry Potter, resulta ser el lider o representante político de un grupo de personas. Lord Voldemort toma ese poder a la fuerza, para beneficio propio. Para alimentar su ego y borrar todas las situaciones de inferioridad que estuvieron presentes en su niñez. En otras palabras, Lor Voldermort es la representación del hombre que no logrará su realización personal, hasta ser reconocido como superior y por ende ser reconocido como persona.
Este 2010 contará con el estreno de dos adaptaciones fílmicas de los libros Harry Potter y las reliquias de la muerte (J.K Rowling); y Luna nueva, de la bautizada: Saga de Crepúsculo (Stephanie Meyer). Ambas historias han cumplido con un objetivo importante. Vender entradas en las taquillas de los cines a nivel mundial. No solo entradas. Las franquicias de estas sagas literarias han logrado que los distintos mercados se beneficien al poder vender productos que lleven el rostro de los actores que caracterizan a estos héroes y anti-héroes del siglo XXI.
Pero qué es lo que estas dos sagas tiene que ha provocado que miles de jóvenes se peleen por consumir toda mercancía relacionada con su película favorita, a la vez de pelearse por demostrar cuál es mejor.
Comencemos diciendo algo que me costó entender, o que no quería entender. Ambas autoras, tanto Rowling como Meyer, son excelentes escritoras. Ambas lograron algo que muchos otros narradores, quienes también han podido llevar sus sagas de libros a la gran pantalla, no lograron. Hacer que la juventud (incluyendo los niños) lean. Alabadas sean las dos por lograrlo.
Sin embargo sus trabajos son evidentemente distintos e idénticos a la vez. Ambos son literatura de ficción fantástica. Pero sus temáticas son radicales.
Hay cuatro sagas, de las que yo he escuchado, que en la actualidad se encuentran en desarrollo. La del norteamericano Dan Brown (la llamada saga de El código Da Vinci); la del irlandés C.S. Lewis (Las crónicas de Narnia); la popular saga británica de Harry Potter y la de Crepúsculo (también norteamericana).
Harry Potter, adaptada al cine por primera vez en el año 2001, nos narra la historia de un niño mago que tiene la responsabilidad de matar al malvado Lord Voldemort, temible mago quien además de promover el caos en el mundo mágico, es el responsable del asesinato de los padres de Potter. Una historia que de manera fantástica nos presenta los dos rostros del ser humano en presencia del poder y liderazgo. Harry Potter el niño que según las profecías será el que ponga fin al mundo de las sombras creado por su alter-ego Lord Voldermort, quien no es más que el hombre insatisfecho del poder que posee y busca expandir sus dominios para llenar el vacío moral que existe como resultado de un pasado. Ambos nacieron sin poder (la falta de poder es representada al presentar a los dos personajes como huérfanos) y cada uno obtienen el poder de distintas maneras. A Harry (el niño elegido) le es otorgado ese poder por decisión de todos los magos que buscan la protección;Harry Potter, resulta ser el lider o representante político de un grupo de personas. Lord Voldemort toma ese poder a la fuerza, para beneficio propio. Para alimentar su ego y borrar todas las situaciones de inferioridad que estuvieron presentes en su niñez. En otras palabras, Lor Voldermort es la representación del hombre que no logrará su realización personal, hasta ser reconocido como superior y por ende ser reconocido como persona.
La saga de Crepúsculo, por otro lado, nos presenta la historia de Isabella Swan. Una adolescente que se enamora de un joven vampiro quien también está encaprichado con ella. Isabella está dispuesta a ofrecer su "vida en sacrificio al amor". Pero la historia no deja de ser eso. La narración de un amor pueril. Lo que al principio parece ser una metáfora temática (el sacrificio de su vida por la eternidad) queda expuesto a partir del tercer libro como lo que en verdad representa. La entrega de la virginidad femenina a cambio del amor eterno por parte del hombre. A parte de ese objetivo, que la protagonista tiene, nos percatamos que la historia es plana y sin ningún otro objetivo. Los momentos climax (como la aparición de los tres vampiros que desean asesinar a Bella y la aparición de los Vulturis) no son más que situaciones improvisadas con la intención de generar el drama y el suspenso en los cuatro libros. Crepúsculo presenta ese drama hasta en los últimos capítulos del libro (con los tres vampiros). Matan a uno y quedan dos, con los que no se podía hacer más que (obviamente) dos libros más. Pero en Luna nueva, matan al segundo y agregan a los Vulturis para extender innecesariamente la historia y así evitar el prematuro fin de la historia; en el tercer libro, eclipse, terminan con lo que el primer libro nos planteó (3/3 vampiros) y finalmente es hasta en la cuarta entrega, Amanecer, que concluyen con la segunda situación impuesta al final del segundo libro. Crepúsculo no es más que un remedo de historia creada a partir de las esporádicas situaciones que la autora se vio en la necesidad de imponer para garantizar la extensión de la saga.
Estas son las dos historias que en la actualidad han causado furor en los jóvenes. Hay quienes optan por una sola historia y otros que se sienten identificados con ambas. Estos libros han logrado superar sagas como El código Da Vinci, que por su contenido seduce más a un público adulto; El señor de los anillos, que logró cautivar tanto a jóvenes como niños al igual que Las crónicas de Narnia (pero en menor grado que El señor de los anillos). No solo esas; también están los libros del caníbal Hanibal Lecter y el agente Jason Bourne. Y no dudo que la saga de libros La torre oscura de Stephen King tampoco logre causar misma reacción con este público juvenil.
Y la respuesta a la pregunta de por qué esas dos historias han logrado superar el trabajo de tantos otros autores, es muy sencilla. Ambas historias nos plantean de manera fantástica y sencilla, dos temas del interés de esta última generación. El poder (para un mundo tan capitalista) y el amor.
Estamos a vísperas del estreno de la tercera parte de Crepúsculo (Eclipse) y a meses de la séptima película de Harry Potter (Las reliquias de la muerte). De ambas sagas se ha tomado la decisión de dividir el último libro en dos filmes. Esta estrategia de mercado puede significar un tremendo error (dependiendo de su elaboración) por parte de las dos casas productoras (Warner y Summit Enterteiment).
Esta séptima entrega de Harry Potter, si es elaborada con un estilo más psicológico que activo; concentrada en abordar más los desequilibrios emocionales por parte de los tres jóvenes magos, que en las lejanas dificultades que se presentan a lo largo de su viaje, podrá ser esta el mayor fracaso de las siete películas de la saga.
En el caso de Eclipse y, quizás la primera parte de Amanecer; si la película logra seguir la misma línea del libro, sin alteraciones al diálogo ni a la visión de de la autora (en relación a la narrativa de las acciones de sus personajes), no dudaré que la película sea catalogada como lenta y con un desperdicio de recursos cinematográficos.
Todo dependerá de la estrategia comercial, de la fidelidad de sus seguidores y del buen uso de recursos (efectos visuales y sonoros, maquillajes y de la adaptación que se la dé a las historias) que las productoras le den a cada filme. Esto asegurará el éxito a cada película.
No sé cuál de las dos será la más exitosa. Tampoco sé cuál es la historia más atractiva entre los jóvenes. Pero hay que reconocer que estas dos obras son un éxito comercial por la sencilla exposición, por parte de las dos autoras, sobre temáticas de interés juvenil.
Estas son las dos historias que en la actualidad han causado furor en los jóvenes. Hay quienes optan por una sola historia y otros que se sienten identificados con ambas. Estos libros han logrado superar sagas como El código Da Vinci, que por su contenido seduce más a un público adulto; El señor de los anillos, que logró cautivar tanto a jóvenes como niños al igual que Las crónicas de Narnia (pero en menor grado que El señor de los anillos). No solo esas; también están los libros del caníbal Hanibal Lecter y el agente Jason Bourne. Y no dudo que la saga de libros La torre oscura de Stephen King tampoco logre causar misma reacción con este público juvenil.
Y la respuesta a la pregunta de por qué esas dos historias han logrado superar el trabajo de tantos otros autores, es muy sencilla. Ambas historias nos plantean de manera fantástica y sencilla, dos temas del interés de esta última generación. El poder (para un mundo tan capitalista) y el amor.
Estamos a vísperas del estreno de la tercera parte de Crepúsculo (Eclipse) y a meses de la séptima película de Harry Potter (Las reliquias de la muerte). De ambas sagas se ha tomado la decisión de dividir el último libro en dos filmes. Esta estrategia de mercado puede significar un tremendo error (dependiendo de su elaboración) por parte de las dos casas productoras (Warner y Summit Enterteiment).
Esta séptima entrega de Harry Potter, si es elaborada con un estilo más psicológico que activo; concentrada en abordar más los desequilibrios emocionales por parte de los tres jóvenes magos, que en las lejanas dificultades que se presentan a lo largo de su viaje, podrá ser esta el mayor fracaso de las siete películas de la saga.
En el caso de Eclipse y, quizás la primera parte de Amanecer; si la película logra seguir la misma línea del libro, sin alteraciones al diálogo ni a la visión de de la autora (en relación a la narrativa de las acciones de sus personajes), no dudaré que la película sea catalogada como lenta y con un desperdicio de recursos cinematográficos.
Todo dependerá de la estrategia comercial, de la fidelidad de sus seguidores y del buen uso de recursos (efectos visuales y sonoros, maquillajes y de la adaptación que se la dé a las historias) que las productoras le den a cada filme. Esto asegurará el éxito a cada película.
No sé cuál de las dos será la más exitosa. Tampoco sé cuál es la historia más atractiva entre los jóvenes. Pero hay que reconocer que estas dos obras son un éxito comercial por la sencilla exposición, por parte de las dos autoras, sobre temáticas de interés juvenil.
ok en primer lugar el Codigo Da Vinci (o como se escriba) es una herejia xD. en segundo lugar, si tenes razon acerca de la gente tri down q se pelean por ver cual es mejor o q compran todo lo q hay de mercaderia acerca de esas cosas xD.Pues la vdd Harry Potter es buenisimo xD si le pones bastante atencion y si ya sabes el final te das cuenta q la mujer esa fuma pero de la buena en cuanto a Crepusculo la vdd es bueno para perder el tiempo xD aunke la vdd las peliculas si son bien chafas, peores actores no se puedieron buscar xD pero bueno cosa de ellos. Esta bueno q hayas escrito de cosas q tri toda la gente habla xD ganaste 1000 puntos xD hahahahahaha
ResponderEliminarvale esta muy bien, pero eres muy poco imparcial, no creo que sea muy justo que critiques mucho mas a Crepúsculo, ya que esta saga es magnifica igual que la de Harry Potter, i tienes todo el derecho a criticar, pero tendrias que ser mas imparcial, por lo demas esta bien
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